LOS DIENTES Y LAS ENFERMEDADES PERIDONTALES.
Son especie de huesos incrustados en la mandíbula superior e inferior, cuya función es masticar los alimentos para mejor digestión de los mismos. | ||
¿Cómo están formados los dientes?
Para el trabajo de masticado de toda una vida es necesario que los dientes sean sólidos y resistentes.
- La capa exterior de los dientes está cubierta de esmalte, que es una materia más dura que el hueso.
- Bajo el esmalte se encuentra la dentina o marfil, la cual es menos dura y de color amarillo claro. Esta dentina es la que le da el color a los dientes.
- La pulpa es una cavidad llena de un tejido blando y frágil. En este lugar se encuentran los vasos sanguíneos y los nervios. Esta cavidad se prolonga hasta las raíces de los dientes, la pulpa por debajo de la encía se encuentra cubierta de cemento.
Cuántos dientes tenemos?
Los dientes y sus partes.
Las Caries
La caries dental es la destrucción de los tejidos de los dientes causada por la presencia de ácidos producidos por las bacterias de la placa depositada en las superficies dentales. Este deterioro de los dientes está muy influenciado por el estilo de vida, es decir influye lo que comemos, la forma cómo cuidamos nuestros dientes (nuestros hábitos de higiene), la presencia de flúor en la sal y la pasta de dientes que utilizamos. La herencia también juega un papel importante en la susceptibilidad de sus dientes a las caries.
Si bien la caries suele ser más común en niños, los adultos también corren riesgo de padecerla. Los tipos de caries incluyen:
Los adultos corren especial riesgo de padecer caries si sufren de sequedad bucal, que es un trastorno provocado por la falta de saliva debido a algunas enfermedades, el uso de algunos medicamentos, y a tratamientos de radioterapia y quimioterapia. La sequedad bucal puede ser temporal o permanente, según su origen.
Las caries pueden ser graves ya que si no se tratan, pueden destruir el diente y matar los delicados nervios de su interior, lo cual puede provocar un absceso (una infección en el extremo de la raíz). Una vez formado un absceso, el único tratamiento posible es la endodoncia (también llamada tratamiento del conducto radicular), una cirugía o la extracción del diente.
¿Cómo sé si tengo una caries?
Sólo su dentista puede determinar con seguridad si tiene una caries. Esto se debe a que las caries se desarrollan debajo de la superficie del diente, donde no puede verlas. Cuando ingiere alimentos que contienen carbohidratos (azúcares y almidones), las bacterias de la placa los consumen y producen ácidos que destruyen el diente. Con el tiempo, el esmalte dental comienza a desmineralizarse y así se forma una caries.
Las caries son más proclives a desarrollarse en las fosas de las superficies de masticación de los dientes posteriores, entre los dientes y cerca de la encía. Sin embargo, independientemente de dónde aparezcan, el mejor modo de localizarlas y tratarlas antes de que se agraven es visitar al dentista y someterse a revisiones o controles regulares.
¿Cómo puedo ayudar a prevenir las caries?
Enfermedad Peridontal.
Las enfermedades periodontales comprenden un conjunto de circunstancias que afectan a cualquier órgano del periodonto, es decir, es un proceso inflamatorio de las encías que ocasiona daños en los tejidos de los dientes. El tratamiento consiste sobre todo en el control de los factores de riesgo, y en casos severos una cirugía peridontal, cuyo objetivo primordial no es la curación, sino la exéresis de las lesiones, por la cual se garantizará un buen mantenimiento posterior del periodonto ante los factores etiológicos.
¿Cuál es la causa de la enfermedad de las encías?
La boca está llena de bacterias. Estas bacterias, junto con las mucosidades y otras partículas, están constantemente formando una “placa” pegajosa e incolora que se deposita sobre los dientes. El cepillado y el uso de la seda dental ayudan a eliminar esta placa. Cuando la placa no se elimina, se endurece y forma unos depósitos llamados “sarro” o “tártaro”, que el simple cepillado no puede remover. Solamente una limpieza profesional hecha por un dentista o higienista dental puede eliminar el sarro.
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La enfermedad de las encías es una infección de los tejidos que rodean y sujetan los dientes. Es una de las principales causas de pérdida dental en los adultos. Como habitualmente es indolora, puede que no sepa que la padece. Conocida asimismo como enfermedad periodontal, la causa de la misma es la placa, la película pegajosa de bacterias que se forma constantemente sobre los dientes.
Estas son algunas señales de advertencia que pueden indicar un problema:
• Encías que sangran con facilidad
• Encías rojas, hinchadas y doloridas
• Encías que se han separado de los dientes
• Mal aliento o mal sabor de boca persistente
• Dientes permanentes sueltos o que se separan
• Cualquier cambio en la manera en que encajan los dientes cuando muerde
• Cualquier cambio en el ajuste de las dentaduras postizas parciales
• Encías que sangran con facilidad
• Encías rojas, hinchadas y doloridas
• Encías que se han separado de los dientes
• Mal aliento o mal sabor de boca persistente
• Dientes permanentes sueltos o que se separan
• Cualquier cambio en la manera en que encajan los dientes cuando muerde
• Cualquier cambio en el ajuste de las dentaduras postizas parciales
Algunos factores aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad de las encías. Son los siguientes:
• Escasa higiene bucal
• Fumar o mascar tabaco
• La genética
• Dientes torcidos que resultan difíciles de mantener limpios
• El embarazo
• La diabetes
• Medicamentos, incluidos los esteroides, determinados tipos de fármacos antiepilépticos, los fármacos de las terapias contra el cáncer, ciertos bloqueadores de los canales de calcio y los anticonceptivos orales
Consulte con el dentista si cree que tiene la enfermedad de las encías, ya que cuanto antes se trate, mejor. La primera fase de la enfermedad de las encías se conoce como gingivitis. Si tiene gingivitis, las encías enrojecen, se hinchan y sangran con facilidad. En esta fase, la enfermedad sigue siendo reversible y, por lo general, puede curarse mediante una limpieza profesional en la consulta del dentista, a la que deben seguir el cepillado y el uso de seda dental diarios.
La enfermedad de las encías avanzada se llama periodontitis. La periodontitis crónica puede conducir a la pérdida de los tejidos y huesos que soportan los dientes y puede agravarse con el tiempo. Si lo hace, los dientes se soltarán y empezarán a moverse en la boca. Esta es la forma más común de periodontitis en adultos, pero puede ocurrir a cualquier edad. Suele empeorar lentamente, pero puede haber períodos de progresión rápida.
Una periodontitis agresiva es una forma de enfermedad periodontal extremadamente destructiva que se produce en pacientes que, por lo demás, están sanos. Entre las características habituales se encuentra la pérdida rápida de tejidos y huesos en algunas partes de la boca, o en toda la boca.
En la actualidad se está investigando sobre la relación entre enfermedades sistémicas y enfermedades periodontales. Si bien no hay un vínculo concluyente, algunos estudios indican que una enfermedad grave de las encías puede estar asociada a otras afecciones como la diabetes o la apoplejía.
El tratamiento de las enfermedades periodontales
En el caso de la gingivitis, es necesario limpiar las bacterias que se hayan acumulado, mediante la eliminación de la placa dental y el cálculo dental (también llamada tártaro o sarro, que es la placa mineralizada). Este tratamiento, denominado profilaxis profesional (o detartraje, o “limpieza de boca”), lo realizan los profesionales odontológicos, tanto el higienista dental, como el dentistas o el periodoncista. Además, es fundamental explicar cómo se deben cepillar los dientes y encías para mantenerlos limpios, y que no vuelva a aparecer la gingivitis.
En las periodontitis, el tratamiento se organiza en dos fases. En la primera fase, también llamada fase básica del tratamiento, se eliminarán las bacterias de las bolsas periodontales mediante un raspado y alisado radicular (incorrectamente denominado curetaje), que supone limpiar las bacterias, la placa y el cálculo de las raíces de los dientes. A veces, esta fase del tratamiento se acompaña del uso de antibióticos.
Sin embargo, en enfermedades agresivas o avanzadas, es necesario realizar una segunda fase de tratamiento, que consistirá en acceder a esas bolsas periodontales profundas. Esta fase se denomina cirugía periodontal. En ocasiones, durante la cirugía periodontal, también se pueden aplicar, de manera localizada, técnicas de regeneración del hueso perdido. Cuando el tratamiento activo termina, la enfermedad debe estar controlada. En este momento empieza la fase de mantenimiento, que es una etapa fundamental del tratamiento periodontal y la única manera de conseguir el control de la periodontitis a largo plazo. Las fases básica y quirúrgica son muy eficaces para controlar las bacterias y lograr la salud periodontal, pero estas bacterias tienden a recolonizar la bolsa periodontal desde otros reservorios bucales y, si no se actúa de forma adecuada, la enfermedad tiende a reaparecer tras algunos meses.
En cada visita de mantenimiento, el dentista, el periodoncista o el higienista dental le realizarán unas actuaciones protocolizadas consistentes en los siguientes puntos: verificación de la situación
clínica diente por diente; valoración de su higiene bucal y eliminación del cálculo y bacterias de forma individualizada, según la situación de las diferentes zonas de la boca. Es importante destacar que el mantenimiento periodontal no es únicamente una profilaxis profesional (“limpieza de boca”), sino que se trata de una actuación médica individualizada adecuada a las necesidades de cada paciente.
La frecuencia de mantenimiento se define para cada caso particular, pero suele oscilar entre una visita cada 3 a 6 meses.
• Escasa higiene bucal
• Fumar o mascar tabaco
• La genética
• Dientes torcidos que resultan difíciles de mantener limpios
• El embarazo
• La diabetes
• Medicamentos, incluidos los esteroides, determinados tipos de fármacos antiepilépticos, los fármacos de las terapias contra el cáncer, ciertos bloqueadores de los canales de calcio y los anticonceptivos orales
En cada visita de mantenimiento, el dentista, el periodoncista o el higienista dental le realizarán unas actuaciones protocolizadas consistentes en los siguientes puntos: verificación de la situación
clínica diente por diente; valoración de su higiene bucal y eliminación del cálculo y bacterias de forma individualizada, según la situación de las diferentes zonas de la boca. Es importante destacar que el mantenimiento periodontal no es únicamente una profilaxis profesional (“limpieza de boca”), sino que se trata de una actuación médica individualizada adecuada a las necesidades de cada paciente.
La frecuencia de mantenimiento se define para cada caso particular, pero suele oscilar entre una visita cada 3 a 6 meses.
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